domingo, 28 de diciembre de 2008

el fuego interrumpido

Piel turquesa de tus nervios.
Vi tus labios que temblaban.
Tan pequeño amanecer.
Pude conformarme con tu voz.

Loba herida por tu cuerpo
bajo solo la escalera.
Sin penitencia ante el pecado,
ya no escucho tras tu puerta.

Los escasos restos del naufragio
yacen en el fondo de la calle,
junto con lo que me quedó por decirte,
en la más húmeda de las horas

Tan vulgar me siento hoy,
como una canción de radio.
Quiero que me mires con pasión
Y que reces mis palabras.


Eres hoy ese compás a contratiempo,
esa cama a medio hacer,
ese fuego interrumpido
por un lluvia temprana de febrero.

_or_e